Shalom amigos: Esta es una historia de una derrota que se convirtió en símbolo de heroísmo; es una historia de campesinos que fueron forzados a ser luchadores; es una historia del lugar que recibió el nombre de "colina de la vida" pero que llegó a ser el lugar de la muerte; es la historia de un hombre cuyas últimas palabras fueron: "No importa, es bueno morir por nuestro país". Esta es la historia de Tel Hai (תֵּל חַי). Tras la derrota del Imperio Otomano en la Primera Guerra Mundial y de los tratados entre los británicos y franceses con respecto al control de la región de Eretz Israel, el sector norte de Alta Galilea quedó bajo la jurisdicción de los franceses. Esta área contenía cuatro aldeas judías pequeñas, aisladas del área de asentamiento judío principal. Los nombres de las aldeas eran Tel Hai, Metula, Hamrah y Kfar Giladi. En aquel momento, los árabes no estaban principalmente involucrados en las protestas en contra del sionismo, sino que rechazaban firmemente la imposición del mandato francés de Siria. Los pioneros sionistas de Tel Hai se mantenían neutrales en este conflicto, pero algunos árabes creían que los pioneros judíos estaban colaborando con los franceses. El pequeño asentamiento judío de Tel Hai se levantó en tierras compradas por el Barón de Rothschild, a fines del siglo diecinueve. Los aldeanos vivían en unas pocas edificaciones ubicadas en un gran jardín cercado con un muro con la intención de protegerlos de las visitas indeseables. Compartían su hogar con las vacas y los caballos, y todos los días salían a cultivar la tierra. Cuando la tensión con los árabes aumentó, se enviaron refuerzos para ayudar a Tel Hai. El movimiento sionista envió a uno de los militares más experimentados, el manco José Trumbeldor, que había prestado servicio como oficial de la armada rusa durante la guerra entre Rusia y Japón de 1905. El 1 de marzo de 1920, el onceavo día del mes hebreo de adar (י"א בַּאֲדָר, תר"פ), varias centenas de chiitas se aproximaron al portón de Tel Hai y exigieron que se les permitiera allanar los edificios bajo sospecha de encontrarse soldados franceses dentro. Con el consentimiento de Trumpeldor, algunos árabes entraron para verificar que no hubiera soldados franceses. Pocos minutos después, se desató un enfrentamiento armado. Hay diferentes versiones respecto a las razones por las que surgió la lucha armada. Algunos afirman que los árabes entraron sin intenciones de pelear, pero que, como vieron a una mujer armada, lo cual claramente iba en contra de sus códigos culturales, se sintieron insultados y comenzó el enfrentamiento. Otros declaran que los árabes entraron con la intención de apoderarse del lugar y matar a los pioneros sionistas, o de echarlos de la región. Cuando se escuchó el disparo, Trumpeldor ordenó a los demás que respondieran al fuego. Los árabes que aguardaban detrás del muro se unieron a la pelea: cientos de árabes en contra de unos pocos campesinos y guardias armados bajo el mando de Trumpeldor. El combate duró unas pocas horas hasta que oscureció. Durante la lucha, Trumpeldor fue gravemente herido y otros cinco murieron. Cuando los árabes se dispersaron, llegaron refuerzos de Kfar Giladi, incluido el doctor Geri. La gente de Tel Hai trasladó a las víctimas a Metula, donde el doctor Geri pretendía operar a Trumpeldor. Antes de partir de Tel Hai, incendiaron el jardín y los edificios, y no dejaron más que llamas detrás. Camino a Metula, Trumpeldor murió. Se cree que sus últimas palabras fueron: "אֵין דָּבָר, טוֹב לָמוּת בְּעַד אַרְצֵנוּ" “ein davar, tov lamut be’ad artsenu” "No importa, es bueno morir por nuestro país" Estas palabras y la batalla de Tel Hai quedaron grabadas en la memoria sionista e israelí como símbolo de defensa propia, heroísmo y valentía. "El jardín de Tel Hai reconstruido" de Gidi Abramovich לְהִתְרָאוֹת, שִׁירָה כֹּהֵן-רֶגֶב Shira Cohen-Regev El equipo eTeacherHebrew |
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